El repunte de las tasas de infección afecta a las operativas portuarias en un país que se prepara para la celebración del Año Nuevo Chino
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Aunque sus niveles no son comparables a los de 2021, la congestión portuaria sigue afectando a un buen número de puertos, sobre todo en China, con Shanghái, Ningbo y Qingdao en sus mayores niveles desde septiembre, mientras el país abre sus fronteras en medio de una nueva ola de COVID-19 y a puertas del Año Nuevo Chino.
BILBAO. Los buques portacontenedores que aguardan fondeados su atraque en los muelles de alguno de los puertos de China suman casi la mitad de los TEUs en espera en todo el mundo, según datos de la agencia Linerlytica del pasado lunes 9 de enero.
Tan sólo Shanghái, Ningbo y Qingdao concentran una tercera parte del total, dibujando una situación que podría empeorar en las próximas semanas con el incremento de las tasas de infección por COVID-19 en las ciudades portuarias chinas después de que el Gobierno haya relajado las restricciones. Ello afectaría a la ya mermada disponibilidad y productividad de la fuerza laboral, al tiempo que se espera que los niveles de congestión se mantengan elevados en un período en el que la población se prepara para las festividades del Año Nuevo Lunar del próximo 22 de enero. El aumento de la congestión en los puertos chinos ha elevado las cifras de congestión global a 2,48 millones de TEUs, o lo que es lo mismo, al 9,5% de la flota mundial, de la cual el norte de Asia representa alrededor del 37% de la capacidad total de los barcos fondeados en todo el mundo.
Mientras tanto, la congestión portuaria en Estados Unidos continúa disminuyendo, y afecta solo a unos 250.000 TEUs, favorecido por una demanda débil que continúa afectando los volúmenes en los puertos estadounidenses.
teus en espera. 1 de cada tres TEUs fondeado se encuentra en los puertos de Shanghái, Ningbo y Quingdao.
Empeoramiento en China
La plataforma de IA aplicada al sector marítimo Windward, por su parte, refleja en su último informe que los puertos de Qingdao y Xiamen, tercero y séptimo de China por volumen, respectivamente, experimentaron tiempos de tránsito prolongados en diciembre. En el caso de Qingdao se trataba del cuarto mes consecutivo con aumentos de congestión portuaria, de más del 10%. En el caso de Xiamen, diciembre supuso el tercer mes consecutivo de incrementos, superando también el 10%.
Ello apunta a un empeoramiento de la situación de la congestión en ambos puertos y como resultado, los portacontenedores procedentes de China y otras partes de Asia tuvieron mayores tiempos de tránsito en Qingdao en comparación con otros puertos chinos, mientras que Xiamen fue el más congestionado para los barcos procedentes de Estados Unidos.
Paradas y retrasos en la producción
“Con la mitad o incluso tres cuartas partes de la plantilla infectada de COVID-19 y sin poder trabajar, muchos fabricantes de China no pueden operar correctamente y producen menos de lo previsto”, dice en una nota a sus clientes la firma HLS Shipping de Hong Kong. “La recogida, carga y acarreo de contenedores también se ven afectados, ya que todas las empresas sufren el impacto del COVID-19 y esperamos un volumen muy bajo después del Año Nuevo Chino porque muchas fábricas han ralentizado la producción por el aumento de las infecciones y tienen que cancelar o retrasar las reservas”, señala.
A pesar de las dificultades provocadas por la pandemia, el tráfico de contenedores en los puertos de China continuó con un crecimiento estable en los primeros once meses de 2022 con unos 270 millones de TEUs, según el Ministerio de Transporte de China, lo que supone un incremento interanual del 4,2%. Además, el tráfico de mercancías total en los puertos de China aumentó un 0,7% hasta alcanzar 14.310 millones de toneladas en el mismo período. Mientras el movimiento de carga para el comercio interno aumentó un 2,2%, el del comercio exterior cayó un 2,5%.
Mientras en China la congestión portuaria sigue sometida a tensiones, en Estados Unidos la situación aparece mucho más despejada que hace un año, cuando, por estas fechas, más de 100 portacontenedores esperaban fondeados un atraque en los puertos de Los Ángeles y Long Beach, sumando unos 150 buques en el conjunto de Estados Unidos. En estos momentos, apenas hay barcos esperando en aguas del Pacífico y cada vez son menos en las costas del Este y del Golfo de México. Asimismo, se espera que los cierres de fábricas en China para las vacaciones del Año Nuevo Chino hagan caer las importaciones estadounidenses en el primer trimestre, ofreciendo a los puertos estadounidenses la oportunidad de despejar las últimas colas. Según Jeremy Nixon, CEO de ONE, los cierres de fábricas en China deberían comenzar el 21 de enero y continuar hasta la primera semana de febrero, retrasándose la recuperación de la producción varias semanas más.