La estiba de Bilbao afronta ahora el reto de no cerrar en falso su huelga más larga

Escrito el 09/12/2020
CtmValencia Somt


El Puerto de Bilbao tardará un tiempo en recuperar la normalidad tras sufrir la huelga más larga que se recuerda en el enclave, con 57 jornadas consecutivas de paro que llegaron a su fin a las 08.00 horas del pasado sábado 5 de diciembre, pero que no han servido para resolver un conflicto que amenaza con cerrarse en falso si las partes no alcanzan un acuerdo satisfactorio durante el proceso de negociación abierto la pasada semana con la hoja de ruta trazada por el Ministerio de Trabajo y Economía Social.


Diario del Puerto

De no alcanzarse un acuerdo entre las partes en dicha mesa de negociación,  el arbitraje obligatorio se antoja como la única fórmula posible para cerrar el conflicto, aunque posiblemente ello no sería suficiente tampoco para garantizar la paz social en caso de llegar a un laudo arbitral  de obligado cumplimiento que no satisfaga a una de las dos partes, dejando así abierta una puerta abierta a posteriores desencuentros. Cabe recordar que las empresas de Bilboestiba CPE han defendido repetidamente a lo largo de las últimas semanas el arbitraje obligatorio frente al rechazo de esta fórmula por parte del Comité de Empresa, que ha apostado siempre por la mediación.

 

Hoja de ruta para el diálogo

Así las cosas, sindicatos y empresas tienen por delante poco más de un mes para alcanzar un acuerdo según el calendario fijado en la “hoja de ruta para una solución negociada” diseñada por la directora general de Trabajo, Verónica Martínez. Cabría pensar, por tanto, que si tras la segunda y última reunión tripartita prevista para el 13 de enero las partes no alcanzan un acuerdo, el Ministerio de Trabajo y Economía Social se vería forzado a sondear la posibilidad de activar un mecanismo sobre el que mantiene serias reservas. El departamento de la ministra Yolanda  Díaz ha repetido en numerosas ocasiones su apuesta por el diálogo y considera el arbitraje como una fórmula “excepcional”. En todo caso, el Ministerio de Trabajo contaría con el aval de la Abogacía del Estado para aplicar dicha fórmula después de que este órgano  hubiera dado soporte técnico y jurídico para su aplicación en un informe solicitado por la Autoridad Portuaria de Bilbao.

 

Laudo pactado u obligatorio 

Por otra parte, según informaron en su momento fuentes de la negociación a Diario del Puerto, el hipotético arbitraje forzoso contemplaría dos escenarios. El primero de ellos se refiere a un arbitraje con laudo pactado entre las partes, mientras que de no llegarse a dicho pacto, el segundo  escenario recogería un laudo de obligado cumplimiento. Este es el escenario que defienden las empresas y que menos desean los sindicatos, como ya demostraron ante el Consejo de Relaciones Laborales de Euskadi, después  de que las empresas no aceptaran la conciliación. El mismo esquema se siguió con la Consejería de Trabajo del Gobierno Vasco,  en un proceso de mediación frustrado por la negativa de las empresas.

 

Materias a negociar

En todo caso, el marco de diálogo que se abre a partir de ahora habría eliminado de las materias objetos de negociación un asunto especialmente controvertido como el de las tareas complementarias, cuya retirada pusieron las empresas como condición irrenunciable para aceptar la hoja de ruta.

Sin este escollo sobre la mesa de negociación,  se considera que el resto de materias son susceptibles de negociación en el marco del convenio colectivo.  

De no alcanzarse un acuerdo entre las partes en la mesa, el arbitraje obligatorio se antoja como la única fórmula posible para cerrar el conflicto, aunque ello tal vez no sea suficiente para garantizar la paz social

EL DATO

13-E

Las diferencias entre sindicatos y empresas aún son demasiado amplias como para pensar en un acuerdo  rápido. La parte social reclama una defensa de los puestos de trabajo que incluye la ampliación de la plantilla de Bilboestiba CPE; la reduccion de la “precarización”del empleo con la conversión de los eventuales en indefinidos y la garantía de continuidad del CPE, entre otras reivindicaciones. 

Estos y otros asuntos deberán guiar las conversaciones en al menos dos reuniones  bipartitas que deberán mantener sindicatos y empresas en una primera fase de la mesa de diálogo antes del 21 de diciembre de cara a su encuentro con el Ministerio de Trabajo al día siguiente en Madrid. 

Si las conversaciones avanzan a la segunda fase, la fecha del 13 de enero aparece en el horizonte como definitiva para un posible acuerdo. De no ser así, el arbitraje obligatorio o la sombra de una nueva huelga se plantean como las dos opciones más probables.