El pasado 1 de enero se cumplió 1 año desde que decayeran todos aquellos preceptos de los convenios colectivos de estiba contrarios a los distintos reales decretos de liberalización.
Diario del Puerto
Desde entonces, salvo contadísimas excepciones como el convenio de Barcelona, la practica totalidad del sector de la estiba portuaria en España permanece con sus convenios obsoletos y decaídos en los principios contrarios a la liberalización sin que de momento se haya logrado cerrar un acuerdo definitivo que alumbre un nuevo marco convenial.
La clave de todo está en el V Acuerdo Marco para las relaciones laborales en el sector de la estiba portuaria, que sigue sin ver la luz a la espera de un acuerdo definitivo entre patronal y sindicatos que no llega.
Desde que se firmara el primer preacuerdo a finales de noviembre de 2019, patronal y sindicatos han pactado un total de 3 textos diferentes, habiendo recibido los tres el correspondiente informe de la Comisión Nacional de los Mercados y de la Competencia (CNMC) rechazando diversos principios del mismo por considerar que contravienen la libre competencia.
Tras el tercer rechazo de la CNMC, el pasado 11 de noviembre, patronal y sindicatos se pusieron en manos de nuevo de la Administración tras considerar agotada la vía de Competencia y entender la imposibilidad de alcanzar un acuerdo que compatibilizara las exigencias de ambas partes y el estricto cumplimiento del orden jurídico.
De esta forma, desde finales de noviembre entraron en juego en la negociación la Secretaría General de Transportes, Dirección General de Trabajo, Puertos del Estado y el diputado socialista César Ramos en busca de una salida negociada que se atenga a las distintas máximas planteadas.
Mutismo
Sobre este proceso negociador, el Ministerio de Transportes ha impuesto a las partes implicadas absoluto mutismo, hasta el punto de que oficialmente ni patronal ni sindicatos quieren detallar el estado del mismo en aras a la exigencia de la Administración. El único dato conocido fue el aportado a Diario del Puerto por el presidente de Puertos del Estado, Francisco Toledo, a mediados de diciembre, quien reconoció la existencia de una “hoja de ruta” para lograr una salida negociada.
Según fuentes sectoriales, desde entonces se siguen produciendo contactos entre las partes y ahora mismo siguen abiertos los cauces de negociación y el intercambio de información, eso sí, sin que de momento se traduzca todo ello en un acuerdo definitivo.
Según estas fuentes, dos cuestiones están influyendo también para que el V Acuerdo Marco no termine de avanzar, más allá de las diferencias intrínsecas que existen. En primer lugar está el conflicto del Puerto de Bilbao, todavía sin cerrarse. La grave huelga vivida en el enclave vizcaíno, los nudos gordianos aflorados durante la negociación y la existencia de una negociación que en apenas unos días debe arrojar resultados en un sentido u en otro, invita a esperar para, por un lado, no distorsionar la negociación y, por otro, para ver lo que podría determinarse en un teórico laudo obligatorio.
En segundo lugar está el juicio por la denuncia de la patronal Asoport contra el acuerdo en materia de subrogación alcanzado en 2017 en el IV Acuerdo Marco.
Dicho juicio ha sido ahora adelantado al 18 de febrero y de nuevo entra en juego en plenas negociaciones, para además dirimir una cuestión esencial como es la subrogación y, por tanto, la garantía en el empleo, pilar sindical irrenunciable.
Más allá de esto, las opciones en la negociación del V Acuerdo son tan fáciles de explicar como difíciles de aplicar: o bien se da carta de naturaleza al último preacuerdo sin atender las objeciones de la CNMC; o bien se pliegan las partes a la CNMC; o bien se modifica la legislación para reforzar jurídicamente el preacuerdo. La primera opción, tiene el riesgo de una automática denuncia de la CNMC; la segunda opción choca con los sindicatos; la tercera opción chocaría con la UE.
Se siguen produciendo contactos entre las partes y ahora mismo siguen abiertos los cauces de negociación y el intercambio de información, eso sí, sin que de momento se traduzca todo ello en un acuerdo definitivo
Se adelanta la cita en la Audiencia Nacional
Toda vez que el V Acuerdo Marco se halla enredado en el debate sobre la imperiosa necesidad de que vea la luz con plenas garantías jurídicas, cualquier pronunciamiento en este ámbito se considera ahora mismo fundamental.
De ahí las constantes demandas de los pertinentes informes realizadas a la Comisión Nacional de los Mercados y de la Competencia (CNMC) y de ahí que la negociación siga sin poder abstraerse del juicio pendiente en la Sala Social de la Audiencia Nacional por la denuncia presentada en su día por la patronal Asoport contra el acuerdo de subrogación que ANESCO y los sindicatos alcanzaron en 2017 dentro del IV Acuerdo Marco.
Este juicio fue inicialmente convocado para el mes de mayo del año pasado. No obstante, posteriormente fue aplazado al 20 de octubre, fecha en la cual tampoco se celebró pues de nuevo se pospuso, esta vez para el 26 de noviembre.
Finalmente en dicha fecha tampoco se celebró y sufrió un nuevo aplazamiento, esta vez ya para junio de 2021.
Alarmada por un aplazamiento tan prolongado en el tiempo y tras las tres suspensiones del juicio precedentes, todas ellas a petición del sindicato Coordinadora, la patronal Asoport recurrió este último aplazamiento, logrando que el juicio se haya adelantado al próximo mes de febrero, en concreto al día 18.
El hecho de que esté sobre la mesa un pronunciamiento judicial sobre una cuestión troncal para la estiba como la subrogación hace que este juicio tenga especial relevancia.
Esta es la cuarta vez que se modifica por parte de la Audiencia Nacional la fecha del juicio, que inicialmente debía celebrarse en mayo de 2020, después el 20 de octubre, luego el 26 de noviembre, luego en junio de 2021 y ahora ha sido adelantado al 18 de febrero