“El gran salto cualitativo de la estiba en estos 35 años ha sido la profesionalización”

Escrito el 04/04/2023
CtmValencia Somt


Daniel Llera, director gerente del Centro Portuario de Empleo de Valencia (CPEV)


Diario del Puerto

Este año se cumple el 35 aniversario de la creación de la Sociedad de Estiba del Puerto de Valencia. Tras una compleja y no siempre tranquila evolución desde el sector público, el rol jugado por los actuales Centros Portuarios de Empleo ha variado hasta desempeñar un papel fundamental en la organización del trabajo de la estiba en todos los puertos españoles.

Diario del Puerto ha hablado con Daniel Llera, actual director gerente del CPE Valencia, para analizar estos 35 años de historia y poner encima de la mesa los retos a los que se enfrenta el sector.

¿Qué valoración hace de los 35 años de la creación de la Sociedad de Estiba del Puerto de Valencia?

Si comparamos el volumen de mercancías actual con el que se manejaba hace 35 años en el Puerto de Valencia, la valoración es altamente positiva. Hemos crecido a pasos agigantados a la vez que lo hacían nuestros clientes y accionistas.

Los jornales de trabajo en el Puerto de Valencia se han triplicado en las últimas tres décadas. Además, las terminales de contenedores se han integrado en corporaciones multinacionales y eso nos ha obligado a actualizar nuestros sistemas de información y gestión. Hemos tenido que sortear cambios y desafíos entre los que destacan la reforma del modelo de estiba, con las adaptaciones a los sucesivos marcos legales, o la digitalización. La nuestra ha sido una historia de adaptación a todo tipo de cambios, legislativos, laborales, tecnológicos... de la que, creo humildemente, nos podemos sentir orgullosos, aunque todavía quede mucho camino por recorrer.

¿Cuáles cree que han sido los principales hitos en la estiba valenciana en todo este tiempo?

La profesionalización del sector ha sido el gran salto cualitativo experimentado gracias, en parte, al impulso que desde las sociedades de estiba se ha dado a la formación. La incorporación de la mujer es otro de los hitos que han marcado un antes y un después, así como la digitalización.

“Debemos reconocer la altura de miras y la valentía de la mayoría de la representación social de los trabajadores en los acuerdos de 2018, que fue capaz de anteponer la estabilidad y la garantía de continuidad a la adopción de medidas que les hubieran resultado más cómodas y populares”

Otro ha sido la reciente reforma del modelo de la estiba con la liberalización del sector. Cabe señalar que las empresas estibadoras socias de las extintas SAGEP no tenían la obligación de seguir en los nuevos CPE y, sin embargo, Valencia fue la primera SAGEP convertida en Centro Portuario de Empleo de toda España y todos sus socios decidieron voluntariamente permanecer en su accionariado.

¿Qué papel han jugado las sociedades de estiba, SAGEPs y CPEs en la reducción de accidentes laborales?

La seguridad laboral ha sido siempre objetivo prioritario de la sociedad de estiba, una materia que también ha evolucionado con el paso de los años como consecuencia de los cambios normativos y de la cada vez mayor concienciación de todos.

Así, hoy podemos decir -sin caer en la autocomplacencia ya que el objetivo no puede ser otro que el de accidentes cero- que hemos conseguido reducir en Valencia hasta en un 13% los accidentes laborales durante el ejercicio 2022, un dato que pone de manifiesto el esfuerzo llevado a cabo por el Área de Prevención y Seguridad en el Trabajo junto al Comité de Seguridad y Salud a través de campañas de concienciación, formación o adquisición de nuevos y mejores EPIs.

“La nuestra ha sido una historia de adaptación a todo tipo de cambios de la que, creo humildemente, nos podemos sentir orgullosos, aunque todavía quede mucho camino por recorrer”

Por último, también me gustaría destacar los cursos formativos en materia de prevención de riesgos laborales, de los que el año pasado se beneficiaron un total de 662 trabajadores portuarios de las distintas especialidades, así como la consecución de la ISO 45001, que nos acredita a la hora de cumplir con los requisitos de un sistema de gestión de la seguridad y salud en el trabajo.

Hablaba antes de la formación como una de las patas esenciales para dotar de mayor competitividad al sector.

Una de las principales funciones y retos ha sido la mejora continuada de la competencia y cualificación de los profesionales. Por ello, hemos hecho un gran esfuerzo en estos años para garantizar la adquisición y actualización de los conocimientos necesarios para el desempeño de la estiba portuaria y siempre en consonancia con las necesidades mostradas por las empresas. El año pasado destinamos más de 1,4 millones de euros al plan de formación más ambicioso que se ha desarrollado en la empresa a lo largo de estos 35 años.

Poco a poco, hay cada vez más mujeres en la estiba. El CPE de Valencia es pionero en este campo. ¿Cómo ha cambiado el sector en este aspecto en los últimos 35 años?

En 1995 fuimos los primeros en incorporar a una mujer a la bolsa de trabajo de estibadores y actualmente un 82% de las mujeres estibadoras que trabajan en España lo hacen en el Puerto de Valencia, un total de 251, una cifra que sigue creciendo. Tenemos en marcha el II Plan de Igualdad de Oportunidades y seguimos trabajando para incorporar plenamente la perspectiva de género en la organización. El nuestro es un compromiso real con la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres en todos y cada uno de los ámbitos en que se desarrolla su actividad. Esto es, desde la selección a la promoción, pasando por la política salarial, la formación, las condiciones de trabajo y empleo, la salud laboral, la ordenación del tiempo de trabajo y la conciliación, la prevención y actuación frente al acoso sexual y del acoso por razón de sexo, y el uso no discriminatorio del lenguaje, la comunicación y la publicidad.

¿Qué avances se han logrado en materia de conciliación?

El año pasado aprobamos un protocolo de excepciones que contemplaba un ambicioso plan de medidas de conciliación de la vida familiar y laboral. El acuerdo, suscrito con los representantes sindicales, implicaba una mejora del Plan de Conciliación aprobado y puesto en marcha en 2015. La principal novedad de este conjunto de medidas fue la instauración de un turno fijo diurno para aquellas personas que lo solicitaran y cumplieran con los requisitos establecidos.

“Estamos iniciando un nuevo proceso negociador tras la firma del V Acuerdo Marco del sector en el que compatibilizaremos el convenio con el nuevo marco legal”

Ahora mismo, el reto más importante para el sector de la estiba valenciana es la firma del convenio colectivo. ¿En qué momento está la negociación?

Tanto el CPE como las empresas que lo constituyen estamos comprometidos con la negociación colectiva y, prueba de ello es que, durante años, hemos alcanzado acuerdos. En este momento, estamos iniciando un nuevo proceso negociador tras la firma del V Acuerdo Marco del sector en el que compatibilizaremos el convenio con el nuevo marco legal. A partir de ahí, nuestra postura se basa en cuatro pilares fundamentales: diálogo, estabilidad en el puerto, mejora de la competitividad y apuesta por el empleo de calidad.


PERFIL

Licenciado en Ciencias Económicas y Máster en Recursos Humanos y Relaciones Laborales, Daniel Llera Fernández (A Coruña, 1970) es director gerente del Centro Portuario de Empleo de Valencia desde el año 2018, puesto al que accedió tras 8 años como director gerente de la Sociedad Estatal de Estiba y Desestiba del Puerto de La Coruña (SESTICO). Con más de 25 años de experiencia en la dirección de empresas de diferentes sectores como el sanitario o el comercial, este economista con altas competencias de gestión y liderazgo también atesora un gran dominio de las nuevas tecnologías, y una experiencia en la gestión de conflictos. Casado y padre de dos hijas, es un apasionado de la lectura histórica y del pádel.

En 2018, empresas y trabajadores firmaron un acuerdo por la competitividad en el Puerto de Valencia. ¿Qué valoración hace de estos años de aplicación?

El balance es muy positivo, si bien ha habido que ir perfeccionándolo con el paso de los años, pues unificó toda una serie de normativa dispersa en un único conjunto de normas que permitieron afrontar los periodos de incertidumbre que surgieron en 2018. Asimismo, supusieron un ejercicio de responsabilidad y trabajo que aportaron madurez y sentido común. Debemos reconocer la altura de miras y la valentía de la mayoría de la por aquel entonces representación social de los trabajadores, que fue capaz de anteponer la estabilidad y la garantía de continuidad a la adopción de medidas que les hubieran resultado sin duda, más cómodas y populares.

¿Está preparada la estiba valenciana para afrontar los nuevos retos de la profesión, como lo es la automatización?

El colectivo está afrontando retos como el de la digitalización y la automatización de las terminales, que nos obliga a intensificar y adaptar nuestros planes formativos. Hoy, uno de los perfiles más demandados para el sector de la estiba son los de titulados de ciclos formativo de grado medio y superior relacionados con IT, automatización y robótica industrial, algo que no ocurría hace 35 años. Aunque la transformación digital alcanza a todos los sectores, en el caso de la estiba representa un cambio de tal envergadura que causará un gran impacto en nuestras terminales durante los próximos años y es ahí donde la formación cualificada desempeñará un papel crucial. La automatización afecta al aspecto social, ya que se reduce la intervención de la mano de obra.

“Uno de los perfiles más demandados para el sector son los de titulados de ciclos formativos de grado medio y superior relacionados con IT, automatización y robótica industrial, algo que no ocurría hace 35 años”

¿Cómo está incidiendo la caída de tráficos en la contratación de jornales?

El tráfico de contenedores está cayendo y en apenas un año hemos perdido una cuarta parte del volumen, un desplome de la actividad que lógicamente ha hecho que el número de jornales contratados se haya visto afectado de forma proporcional. Este es un tema que nos preocupa. El desvío de tráficos a otros enclaves está frenando el crecimiento del transbordo por lo que la repercusión en el empleo podría ser cada vez mayor.

Estamos siguiendo de forma muy detallada la actividad, adaptando nuestras reglas de negocio al volumen de demandas, lo que no es sencillo y nos obliga a todos a mantener la serenidad para afrontar con optimismo el futuro, si bien tenemos claro que debemos ser ágiles y flexibles antes los cambios. Nadie podía prever una pandemia mundial que afectaría al comercio o una guerra en Europa y pese a ello seguimos trabajando codo con codo para superar toda esta transformación del comercio internacional.

Una evolución hacia la privatización total

Las sociedades de estiba han evolucionado hasta llegar al modelo actual. Así, aquella primera Sociedad de Estiba del Puerto de Valencia se ha convertido hoy en un Centro Portuario de Empleo, una empresa de propiedad conjunta. Sus socios comparten una necesidad común: disponer de estibadores para el desarrollo de la actividad de prestación de servicios portuarios de manipulación de mercancías. Por lo tanto, la peculiaridad estriba en que además de socios también son usuarios clientes del CPE.

El “pool” de trabajadores portuarios tiene su origen y evolución dentro del sector público. El primer antecedente fue la OTP, que era un organismo perteneciente al Ministerio de Trabajo, que era oficina de empleo para el sector portuario, para tratar de asegurar la regularidad en el empleo de los estibadores del censo portuario. No fue hasta el año 1986, cuando la legislación permitió que el estado se “liberara” de la gestión de los Censos de Estibadores Portuarios, dando el primer paso para su privatización, creando las Sociedades Estatales de Estiba y Desestiba.

Así, el CEPV es una sociedad cuyo origen es la transformación de la antigua SEVASA-SAGEP (Sociedad Anónima de Gestión de Estibadores Portuarios), derivada a su vez de los anteriores cuerpos societarios regulados por la diferente normativa del sector portuario (APIES y Sociedades Estatales de Estiba). Y fue definitivamente la reforma de la Ley de Puertos de 2003 la que eliminó el carácter público y estatal, con la salida de las Autoridades Portuarias del Capital Social de las Sociedades Estatales, siendo desde entonces empresas 100% privadas.