Goya advierte sobre los efectos de la automatización.
Diario del Puerto
¿Están preparados los estibadores para hacer frente al reto de la automatización?
La sociedad está viviendo un cambio dramático con la llegada de todos los procesos de automatización, algo que nos preocupa enormemente como ciudadanos y como estibadores. Cada vez somos más longevos, somos más personas con capacidad de trabajar, y cada vez hay menos puestos de trabajo. Nos preocupa cómo se puede mantener un estado de bienestar sin ese equilibrio. Como colectivo estamos en un proceso de formación interna permanente tanto profesional como sindical para ser capaces de adaptarnos a esas nuevas tecnologías, pero nos parece que las decisiones políticas que se van adoptando no van acorde con lo que esta sociedad necesita.
Ya hay robots que casi por sí solos pueden construir casas enteras. ¿Temen que en algún momento puedan realizar labores que todavía hoy sólo pueden realizar los estibadores, como la trinca?
Tenemos el mismo temor que tiene la sociedad. Si todos los trabajos que realizan los seres humanos lo realizan máquinas, y los seres humanos sólo vamos a tener precariedad, no sé qué beneficios puede aportarnos eso. La realidad es que para que esta sociedad funcione la gente debe tener trabajo, tiene que cotizar a la seguridad social, debe haber servicios añadidos, y nos preocupa cómo se puede mantener eso si todas las políticas y decisiones potencian la pérdida de empleo, la pérdida de poder adquisitivo a cambio de que una empresa, que normalmente no suele ser de nuestro país, mejore sus resultados. Intentamos transmitir al Gobierno, desde nuestra humilde posición, que no se están tomando las medidas correctoras a tiempo. Es normal que los procesos de automatización vayan llegando, pero tienen que generar más bienestar, no más precariedad.
¿Pero es un escenario realista el que no haya estibadores en los muelles?
En un futuro el número de puestos de trabajo disponibles para la sociedad habrá disminuido drásticamente, y el número de trabajadores con disposición de trabajar habrá aumentado. Esa cuenta, sin ser ningún experto, no se sostiene. Y eso también va a ocurrir en los muelles. Todos los días aparecen grandes hitos, como la conducción autónoma. Hay empresas en China que tienen un 90% de satisfacción con coches sin conductor. ¿Cuántas personas en España viven del volante? La realidad es que las políticas que se están tomando en materia de automatización abren la puerta a que desaparezca el ser humano de los muelles sin tener una contrapartida. Me parece una irresponsabilidad de España y de la Comisión Europea que está provocando la destrucción masiva de puestos de trabajo.
Uno de los grandes proyectos en materia de automatización portuaria es el de la Terminal Norte del puerto de Valencia. Una vez que se han desbloqueado las obras del nuevo muelle, ¿cómo valora las protestas que están ejerciendo ciertos colectivos de trabajadores en contra de la infraestructura?
Entiendo que cualquier colectivo que se sienta amenazado por esta situación y al que no estén dando ninguna garantía de futuro, se preocupe y así lo manifieste. Nosotros ya hemos afirmado que una terminal automática nos genera muchas dudas, por lo que nos parecen absolutamente razonables esas protestas. Las cosas no se han hecho bien desde el principio, y eso supone que haya muchas dudas, resquicios y debilidades en ese proceso que se deberían aclarar. Obligar a que la terminal fuera semiautomática o totalmente automatizada fue el primer error. Los trabajadores de este sector son lo suficientemente inteligentes para preocuparse de su futuro por sí solos.