“No tiene por qué haber un cambio de actitud del Gobierno en el V Acuerdo Marco”

Escrito el 23/04/2020
CtmValencia Somt


Antolín Goya lleva quince años al frente del principal sindicato de la estiba en España. Durante estos tres lustros ha tenido que hacer frente a leyes que condicionaban la actividad del colectivo y sobre todo a una reconversión de su profesión impuesta desde Bruselas. En esta entrevista analiza cómo ha cambiado su trabajo al frente de Coordinadora, el papel que juegan los estibadores en el abastecimiento y los retos a los que se enfrentan los trabajadores portuarios.


Diario del Puerto

En esta situación de crisis sanitaria, ¿cómo es su actividad profesional?

Trabajo desde casa, estoy mucho tiempo pegado al teléfono y a través de las videoconferencias podemos ver cómo está la situación en cada uno de los puertos. Teníamos proyectos preparados en temas de formación y prevención que hemos suspendido temporalmente, pero en todo lo demás estamos tratando de mantener la normalidad lo máximo posible.

A nivel personal se me hace rara esta situación, porque estamos acostumbrados al cara a cara. Al final se acaba uno acostumbrando, y la gente está demostrando mucha predisposición para resolver cosas sin tener que estar presente físicamente.

 

¿En qué ha cambiado su vida personal?

No te voy a engañar que de entrada cuesta asimilarlo. Llevaba un ritmo muy alto de viajes, casi frenético. Parar en seco de esta manera, cuando no te lo esperas, porque nos cogió a contrapié a todo el mundo, se te hace complicado.

Mirando hacia atrás, llevo quince años al frente de esta organización. Llevamos 37 días de confinamiento, y te das cuenta de que han pasado muchas cosas que no has disfrutado. Esa parte melancólica sí sale. Cuando empecé, mi hijo tenía un año y hoy es ya casi un hombre de 16. Mi hija ni siquiera era un proyecto y hoy ya tiene doce años. Esta situación me ha hecho reflexionar sobre todo esto.

 

¿Cree que eso se podrá mantener en la época postcrisis?

El propio sistema te obliga en parte a llevar ese ritmo frenético. Ahora estamos disfrutando de este momento, aunque lo normal es que volvamos a un ritmo parecido al de antes.

 

¿Coordinadora ha tenido que poner en marcha alguna medida de reorganización interna?

Todo nuestro soporte técnico pasa por la Fundación de Estudios Portuarios. Tenemos a todo el equipo trabajando desde su casa a través de la nube gracias a una reorganización que ya hicimos con anterioridad.

Las reuniones de zona las estamos llevando a cabo por videoconferencia, y los contactos con cada uno de los puertos lo mantenemos así también. Esta situación la sufren también las empresas, no sólo nosotros, así que es mucho más sencillo. Vamos poniendo todos de nuestra parte.

 

La estiba está jugando un papel relevante en esta crisis. ¿Cree que la sociedad habrá cambiado su percepción hacia el colectivo?

Creo que no. Hay muchas profesiones que están pasando prácticamente desapercibidas en todo este proceso. Aunque los medios de comunicación sienten más predilección por ciertos colectivos, no creemos ese sea un gran problema, sabemos cuál es nuestra función y lo que tenemos que hacer, lo estamos haciendo de la mejor manera posible.

Esta situación me ha hecho reflexionar sobre todas las cosas que no he podido disfrutar 

Usted es consciente que en ciertos momentos, la figura del estibador ha estado en entredicho.

Es cierto. Tras los ataques que sufrimos con Íñigo de la Serna en el Ministerio de Fomento, parte de la sociedad comenzó a preguntarse qué ocurría en los puertos y qué labor desempeñaba cada colectivo. Se vertieron una serie de mentiras sobre nuestro colectivo que espero que una parte de la sociedad se haya replanteado. Nos gustaría que la gente conociera más qué es lo que hacemos y cómo lo hacemos. Sin embargo, estamos contentos con toda la implicación de nuestro colectivo en un momento como este, y tengo la esperanza de que la sociedad esté siendo consciente de nuestra labor, de que los productos de primera necesidad pasan por las manos de una serie de colectivos que estamos en primera línea.

 

¿Cree que la reciente situación de Algeciras ha jugado en contra de esa percepción?

La utilización de los medios de comunicación en estos casos es de muy mal gusto. Cuando hay terminales que paran durante horas por un problema de tensión, no pasa nada ni aparece en ningún periódico. Cuando hay temporal, el puerto queda inhabilitado por 36 horas y nadie se rasga las vestiduras.

Sin embargo, en un momento en que la actividad del puerto está por encima de la media normal y no hay personal disponible, y no por negación de los estibadores, sino porque ya habían cubierto todos su turno de trabajo, resulta que parece que estamos estrangulando el puerto. Nos pareció de una mala intención muy alta. Esto se ha aclarado y se ha visto cómo minimizar este impacto si volviera a faltar personal.

El puerto de Algeciras está en un promedio de 74 manos diarias, con niveles de actividad muy superiores a la media. El tráfico cautivo no llega ni al 10%. Estamos haciendo un esfuerzo extra para que el puerto trabaje con normalidad, algo que nos interesa a todos.

Es cierto que el descenso de los tráficos ya es una realidad en algunos puertos, pero también habrá que estar preparados para el efecto rebote 

En las primeras semanas de la crisis también se ha constatado un incremento de actividad en Valencia. ¿A qué cree que se debe esta situación?

No sé realmente la razón. No sé si se produce un efecto llamada de acopio de material, o realmente el tránsito internacional no para, sobre todo por el retorno a la actividad de China que incide en puertos como el de Valencia, Algeciras o Barcelona. Supongo que por ahí pueden ir las causas.

 

Mirando hacia el futuro, ¿se atreve a poner una fecha de salida de esta crisis?

No (ríe), lo mío es la estiba. Siempre he estado en contra de la presencia de trabajadores que no están cualificados en mi sector. Voy a ser consecuente con esa filosofía y reconocer que no tengo ni idea.

 

¿Cómo saldrá Coordinadora de esta crisis?

Estamos aprendiendo a funcionar de manera más telemática, y seguramente puede provocar cambios estructurales. Seguir en esta dinámica nos hará aprovechar mucho más el tiempo, ya que podremos evitar ciertos desplazamientos.

Además, la gente empieza a valorar otras cosas, y el sindicato no puede estar exento a esta nueva realidad. Siempre hemos sido un colectivo muy solidario, muy unido y cohesionado, pero también muy involucrado en lo que pasa a nuestro alrededor. Esta crisis hace que ese sentimiento de solidaridad aflore con muchas más fuerza.

 

Las previsiones hablan de caídas en los tráficos portuarios. ¿Teme una reducción de la plantilla de estibadores en los puertos españoles?

Este descenso ya empieza a ser una realidad en algunos puertos. Pero es verdad que para el efecto rebote también habrá que estar preparado, y estamos seguros de que lo habrá en algunos sectores.

El modelo de estiba español tiene mucha flexibilidad. Nosotros estamos a disposición de la demanda, pero no somos un sobrecoste permanente, exceptuando la Seguridad Social. No creo que haya que ir a una revisión de los Convenios Colectivos para bajarnos los salarios.

 Si cae el tráfico, nuestras salarios se verán mermados por la falta de actividad. Pero creemos que el sistema tiene suficiente pulmón para aguantar una situación como esta. Habrá que ver qué es lo que ocurre una vez se reactive la economía y los niveles de actividad, aunque el sistema está lo suficientemente fuerte y bien estructurado como para volver a soportar una situación como la que vivimos en la anterior crisis y como la que vamos a vivir en ésta una vez se sepa el impacto total.

“Debemos aclarar definitivamente el modelo con la publicación del V Acuerdo Marco”

¿A qué retos deberá hacer frente el colectivo tras el Covid-19?

Nosotros le estamos pidiendo al Gobierno que debemos aclarar definitivamente el modelo con la publicación del V Acuerdo Marco. No puede esperar más. Tenemos que tener las normas claras de funcionamiento para poder afrontar esos retos de futuro. Semanalmente estoy manteniendo conversaciones con los responsables del Gobierno porque esta situación no se puede dilatar más.

 

Todo el sector de la estiba pide una concreción inmediata en esa definición del modelo. ¿No teme que el Gobierno deje para más adelante la publicación de ese V Acuerdo Marco con la que está cayendo?

El nivel de responsabilidad del Gobierno en este aspecto hasta el momento ha quedado demostrado. Ellos heredaron una situación de intransigencia e incapacidad para escuchar al sector. Han cogido el toro por los cuernos y han buscado fórmulas para llegar a puntos de acuerdo. No tiene porqué haber un cambio de actitud. Lo que me han trasmitido es que su intención es rematar todo el proceso de transformación de los puertos y que se consolide esta situación, independientemente de que este país tenga que tomar medidas complicadas para soportar las efectos de este parón económico.

 

A la espera de lo que pueda decidir Competencia, también.

Nosotros siempre hemos ido a remolque de lo que nos plantean. Cuando pedíamos incluir ciertos temas en el Decreto Ley, el Gobierno nos remitió a los Convenios Colectivos y fuimos a esos convenios. Hemos ido adaptando los textos y hemos negociado siempre lo que se nos ha solicitado. Por eso esperamos que se le dé el visto bueno al texto.

Coordinadora advierte de los perjuicios para la economía que tendrán los procesos de automatización.
Coordinadora advierte de los perjuicios para la economía que tendrán los procesos de automatización.

“El debate sobre la automatización debe ser más profundo, e implicar también a empresas y al Gobierno”

Coordinadora siempre ha advertido sobre lo que supondrá la automatización de las terminales portuarias.

Debe ser una de las preocupaciones de este colectivo, y todo lo que lleva asociado. Los procesos de formación de los estibadores en esos nuevos modelos, y sobre todo, qué aportan a la sociedad, y si realmente sale beneficiada de los modelos de automatización, o sólo se produce un recrecimiento de ese operador mientras genera pobreza en la sociedad, es algo sobre lo que hay que reflexionar. Requiere un debate muy profundo, pero no sólo entre los miembros del colectivo, sino también con la parte empresarial y los dirigentes políticos de este país.

La salida de la crisis obligará a readaptar los procesos de seguridad y prevención para evitar nuevos contagios. ¿Esta situación acelerará ese proceso de automatización que están llevando a cabo esos operadores?

Hay empresas que tienen proyectos en ese sentido, y puede ser que esta crisis sea un argumento más para acometerlos, pero no cambiará en demasía esos planes de trabajo. A mí me parece que la reflexión debe ser mucho más profunda. El nivel de afectados por el coronavirus entre los estibadores portuarios es bajísimo en relación con cualquier otro colectivo. Nuestro trabajo se realiza al aire libre, con distancias de seguridad ya obligatorias. Nuestros niveles de encuentro con otros trabajadores son diferentes a los de otros colectivos. La realidad es que lo que debe plantearse este país es a quién beneficia esa automatización, en algunos casos salvaje, en que lo único que se pretende es saltarse todas las normas laborales de un país para no tener ninguna vinculación con el mismo y por tanto provocar una merma en la economía.