En la actual coyuntura económica hablar de previsiones de tráficos portuarios es hablar de apuestas, de percepciones. Así lo manifestó ayer Aurelio Martínez, presidente de la Autoridad Portuaria de Valencia, durante la presentación del Informe trimestral abril-junio de 2020 de Entorno Económico.
Diario del Puerto
Martínez prevé un cierre de año en proceso de recuperación, pero lastrado por el agujero dejado por el Covid-19. Sus previsiones auguran un descenso de los tráficos de Valenciaport del 10% en relación a 2019, “con lo que nos quedaremos en los 5 millones de contenedores o un poco menos. Pero hay que esperar”.
El presidente de Valenciaport comentó que, para poder hacer una valoración más acertada del cierre del año, habrá que ver qué pasa con el mes de septiembre. “Septiembre nos dirá cómo vamos a cerrar el año aunque hay que esperar una caída global del 10% a cierre de ejercicio. Aunque esto es una apuesta, no hay nada seguro”, insistió.
Evidentemente esta situación afectará a los ingresos (a sumar las reducciones de tasas aprobadas) y a los resultados financieros de la entidad que “serán de 5 millones de euros como mucho. Casi todos los puertos españoles estarán en pérdidas y nosotros no tendremos beneficios importantes", avanzó.
A pesar de los tráficos ralentizados, la obra de la terminal norte “se tiene que hacer cuanto antes, para que no se produzca un estrangulamiento de la actividad”
La terminal norte: se necesita
Preguntado por el Plan de Empresa de la APV avanzado hace unos días y sus previsiones, más contenidas sobre el aumento de los tráficos, Aurelio Martínez fue claro: la evolución dependerá de la economía, por lo tanto, no se pueden hacer previsiones de futuro manteniendo las cifras de antes del Covid-19, “hay que ser prudentes”. Eso sí, destacó el presidente, que los tráficos se ralenticen no significa que el Puerto de Valencia no siga en la situación crítica de posible saturación de su capacidad en 3/7 años.
Martínez recuperó las cifras comentadas en ocasiones anteriores: con el actual tamaño el puerto puede mover 7,5 millones de contenedores (un 80% de capacidad ocupada sería lo óptimo para evitar estrangulamientos de la actividad en días concretos así que estaríamos hablando de 6,5 millones de contenedores).
Sabiendo que los plazos de maduración de cualquier obra son largos (incluso de décadas), la obra de la terminal norte en la ampliación norte, “se tiene que hacer cuanto antes, para que no se produzca un estrangulamiento de la actividad”, opinó el presidente de Valenciaport.
Ante las preguntas de ERC
Sobre las preguntas lanzadas por ERC al Ministerio acerca de la viabilidad de los proyectos portuarios de la ampliación norte y la ZAL, Martínez no quiso polemizar y simplemente se lamentó de las diferentes varas de medir que tienen algunos: “La ZAL de Barcelona se ha expandido tres veces y no ha pasado nada. En Valencia una vez y hay problema. Y la ampliación del puerto de Barcelona se ha hecho desviando el cauce del río Llobregat y tampoco ha pasado nada... En cambio aquí sí, y lo que queda es un relleno de algo que está ya hecho”.
“El crecimiento debe ser sostenido y sostenible”
El Informe trimestral abril-junio de 2020 de Entorno Económico, que realiza Valenciaport en colaboración con Vicente Pallardó, analista de coyuntura económica del Instituto de Economía Internacional (IEI), analiza las consecuencias del Covid-19 en situación económica internacional y “revisa los elementos más importantes que definen el estado de la economía mundial en estos momentos, las medidas monetarias y fiscales expansivas acumuladas en los últimos meses, así como la reversión que, a partir de mayo, comienza a percibirse en las tendencias negativas en diversos ámbitos (no todos) de la economía global”, explicó Pallardó.

Asimismo, el Informe desarrolla uno de los aspectos económicos más interesantes a día de hoy: qué hacer con la deuda pública que va a crecer a hitos históricos con la reconstrucción tras el Covid-19.
El analista explicó que la estrategia más importante para él pasaría por un crecimiento adecuado hacia un modelo que Europa quiere liderar, “un modelo verde y más inclusivo”. Además, “el crecimiento debe ser sostenido y sostenible”. Asimismo, se debe recuperar el equilibrio fiscal a través de la racionalización del gasto y de realizar reformas estructurales para cerrar los agujeros fiscales, como los producidos por las grandes empresas multinacionales que con ingeniería fiscal no pagan lo que deben penalizando a las pymes.
“En España tenemos que reducir la economía sumergida que sigue siendo la misma que hace 34 años cuando entramos en la Unión Europea”, apostilló Pallardó. “Esta economía sumergida es insolidaria”, subrayó. Para reducirla, el experto comentó que hace falta un programa de transformación estructural que arrancaría con un incentivo para el afloramiento de todas las actividades irregulares (evitando sanciones retroactivas o activando ventajas en la cotización de los empleados, por ejemplo) y, posteriormente, un castigo a quienes siguieran con estas actividades. Finalmente, abogó por debatir acerca de la deuda perpetua y su posible activación.
Sobre el recién aprobado fondo de reactivación de la Unión Europea (750.000 millones de euros) se mostró satisfecho: “Para España es notable”. Sobre el hecho de las condiciones y reformas que se nos exigirán, “nos puede venir bien”, opinó Pallardó porque es necesaria una reforma inteligente del mercado laboral donde afrontar el problema de la segmentación del mercado, fomentar la movilidad entre territorios, realizar políticas efectivas de empleo y plantear cuestiones de fondo ante la nueva economía con contratos multiclientes.