Anthony Tethard, coordinador general del European Dockworkers Council (EDC)
Diario del Puerto
El European Dockworkers Council (EDC) muestra sus recelos ante los procesos de automatización de terminales portuarias, sobre todo “cuando se utilizan como herramienta para reducir costes que afectan de manera directa a la mano de obra”. Así se expresó el coordinador general de la organización, Anthony Tethard, en un encuentro con Diario del Puerto, donde estuvo acompañado por Antolín Goya, coordinador general de Coordinadora.
La postura del organismo sindical en este tema es clara: “La evolución tecnológica debe servir al trabajador y no sustituirlo”. Y advierte: “La automatización agravará los problemas que ya existen de por sí en muchos puertos, ya que supone una reducción del 70% de la mano de obra respecto a una terminal tradicional”.
Anthony Tethard pone en valor los procesos de “trabajo humano”, ya que “está reconocido que la automatización no se acerca a su eficacia”, y pone como ejemplo el acuerdo llegado entre el Grupo MSC y los estibadores del Puerto de Le Havre, en Francia, que recoge un compromiso de no llevar a cabo procesos de automatización “mientras la compañía tenga los recursos humanos necesarios para llevar a cabo sus operaciones”. La nueva terminal del puerto galo requerirá una inversión de 600 millones de euros y creará 900 puestos de trabajo.
El líder de EDC contrapone esta situación con la del Puerto de Valencia, donde TiL proyecta una terminal con un alto grado de automatización. “En el caso de Valencia, ha sido la APV la que estableció el criterio mínimo de la semiautomatización en los pliegos de condiciones”, afirma.
EDC aglutina a 14 sindicatos europeos -entre ellos la CGT y Coordinadora- y representa a más de 15.000 afiliados. Tiene implantación en España, Francia, Grecia, Suecia, Dinamarca, Montenegro, Portugal, Croacia, Italia, Eslovenia, Chipre y Malta. En estos momentos se encuentra en pleno proceso de reconocimiento mutuo de representatividad europea, aunque está extraoficialmente reconocido como interlocutor social por el resto de participantes del Comité del Diálogo Social Sectorial Potuario. En la actualidad está elaborando un estudio para acreditar su representatividad ante la Comisión Europea, un trabajo que estará finalizado en dos años y que supondrá que EDC ostente entre el 30 y el 40% de representatividad en el sector de la estiba europea.
Antolín Goya, por su parte, reconoce que “para nosotros, este tipo de procesos no son nuestra posición idónea”, ya que “los modelos manuales han demostrado su efectividad”. Sin embargo, matiza que “si llega, estamos en disposición de ver el proyecto, estudiarlo, ver qué posición ocupan los trabajadores en él, cuál es el nivel de cualificación que van a necesitar y nuestro cupo de participación”.
Lo cierto es que, aunque la automatización de terminales es una tendencia con un grado de implantación relativamente pequeño, no lo es menos que muchos expertos lo consideran imparable, una situación “potenciada por los propios gobiernos, sin una contrapartida para los trabajadores y la propia sociedad, ya que el único objetivo que van persiguiendo es la destrucción de puestos de trabajo y el beneficio económico de la empresa”. Por ello, Antolín Goya pide “una reflexión potente” para ver si esos procesos “realmente van a generar un beneficio claro para la sociedad”.
No obstante, el coordinador general de Coordinadora pone en duda la inevitabilidad de la automatización: “Que sea un proceso imparable o no dependerá de la decisión política que se tome”. Para Goya no es lo mismo “buscar únicamente el beneficio económico que plantear que esos recursos que se generen se reinviertan en la sociedad”, y pone como ejemplo el hecho de que esas máquinas deban cotizar a la Seguridad Social o la reducción de la jornada laboral. “Si realmente la automatización viene a mejorar la calidad de vida los trabajadores, se debería estar hablando de este tipo de cosas”, afirma.
EDC acordó en su última Asamblea General celebrada en París acelerar los procesos a nivel europeo para lograr una normativa en materia de seguridad y salud laboral específica para el sector de la estiba. “Se ha creado un grupo de trabajo específico sobre seguridad y salud, donde se intercambia información sobre situaciones y problemáticas concretas de los afiliados y se busca una respuesta común y proactiva para cada uno de los afiliados”, tal y como afirma Anthony Tethard.
Ante el auge que está experimentando el tráfico de material industrial relacionado con la energía eólica, EDC ha puesto el foco en esta operativa tan específica y está trabajando en ello. “En estos momentos estamos intercambiando experiencias entre los diferentes países que atienden este tipo de tráfico para mejorar en seguridad y salud en esa manipulación tan específica”, adelanta el líder de EDC.
Pero donde de verdad quiere avanzar la organización sindical es en la seguridad a bordo de los buques. En ese sentido, se ha acordado entre todos los interlocutores sociales del Comité del Diálogo Social Sectorial Puerto un trabajo común, “algo que ya en sí mismo es un éxito”. El objetivo es crear una base de datos común a nivel europeo para que cualquier estibador pueda consultar esos criterios que “garanticen la seguridad en la manipulación de carga y contenedores a bordo de los buques”. La idea es que esa base de datos sea también material de intercambio con los armadores.
Desde EDC reconocen que por parte de la inmensa mayoría de las empresas estibadoras “sí recibimos colaboración máxima, porque cada vez están más concienciadas a la hora de implementar medidas que mejoren la salud laboral de los estibadores”. Sin embargo, “por parte de los armadores es más complicado, recelan porque piensan que esto les puede penalizar, cuando no es así, ya que buscamos una máxima colaboración y preservar las condiciones de seguridad, tanto para ellos como para nosotros”.