El Oeste de África sume a los puertos españoles en un mar de incertidumbre

Escrito el 27/09/2024
CtmValencia Somt


Las tendencias de futuro del comercio marítimo y la economía global apuntan a importantes cambios en las rutas marítimas


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Las tendencias de futuro del comercio marítimo y de la economía global apuntan a importantes cambios en las rutas marítimas con la costa Oeste de África como protagonista y los puertos españoles entre los principales hubs marítimos afectados.

Este es una de las principales conclusiones del estudio “Tendencias y futuro del comercio marítimo y su impacto en el sector portuario”, elaborado por la consultora IRP Engineering y al que ha tenido acceso Diario del Puerto, en el que se evidencia que la evolución de los flujos del comercio mundial invitará a una redefinición de las rutas marítimas y a un replanteamiento de la estrategia de los puertos españoles para hacer frente a esta situación.

Uno de los items principales tiene que ver con la fuerte expansión económica que se prevé para las economías emergentes e incluso para el continente africano, lo que inevitablemente va a hacer que el eje físico imaginario en torno al cual se organizan los mayores mercados del mundo descienda muy por debajo del Estrecho.


En 2050, África será el continente más poblado del mundo

El Mediterráneo podría perder esa centralidad en favor de la costa Oeste de África, que se espera que en 2050 sea el continente más poblado del mundo impulsado por nueve países.

De manera paralela, África comenzará a acelerar en ese proceso de ser lugar de acogida para muchos de los desarrollos de relocalización de las industrias que se prevén en los próximos años.

De igual forma, África se aventura como el lugar propicio para que los grandes operadores marítimos busquen alternativas por razones de costes a las restricciones medioambientales que ya está aplicando Europa.

El resultado de todas estas tendencias, de acuerdo con el estudio de IRP Engineering, ya se está constatando en el fuerte crecimiento que están experimentando los puertos de países como Angola, Nigeria, Togo o Senegal y que se postulan de aquí a 2050 como nuevos grandes hubs del transbordo marítimo mundial.

El estudio evidencia además cómo el conflicto del mar Rojo y el desvío de los tráficos Europa-Oriente Medio por el cabo de Buena Esperanza está sirviendo de banco de pruebas para esta posible reorganización futura de los flujos marítimo que incrementa el tránsito con Europa en más de 7 días y que se ve aún más si cabe condicionada por normativas medioambientales europeas como el ETS, que supone que no sólo subir hasta Europa desde la costa oeste de África incrementa los tiempos de tránsito sino que, además, supone un importante coste medioambiental añadido, actualmente cifrado en 160.000 euros por escala.

Se dibuja así un futuro en el que los grandes hubs portuarios españoles en el Mediterráneo no solo ven crecer como rivales directos a los hubs del norte de África sino que vislumbran como amenaza los futuros grandes hubs de la costa Oeste de dicho continente, lo que exigiría un replanteamiento de las estrategias y de las inversiones de estos enclaves.

La pérdida de peso del Mediterráneo implicaría un reposicionamiento de los grandes hubs de distribución en África y su conectividad con Europa a través de líneas feeder con buques de un tamaño más reducido que los gigantes previstos para los próximos años.


La automatización se define en los próximos años no tanto como una mera herramienta de competitividad, sino sobre todo como una herramienta de supervivencia

Las tendencias de futuro del comercio marítimo y de la economía global apuntan a importantes cambios en las rutas marítimas con la costa Oeste de África como protagonista y los puertos españoles entre los principales hubs marítimos afectados.

Madrid. Este es una de las principales conclusiones del estudio “Tendencias y futuro del comercio marítimo y su impacto en el sector portuario”, elaborado por la consultora IRP Engineering y al que ha tenido acceso Diario del Puerto, en el que se evidencia que la evolución de los flujos del comercio mundial invitará a una redefinición de las rutas marítimas y a un replanteamiento de la estrategia de los puertos españoles para hacer frente a esta situación.

Uno de los items principales tiene que ver con la fuerte expansión económica que se prevé para las economías emergentes e incluso para el continente africano, lo que inevitablemente va a hacer que el eje físico imaginario en torno al cual se organizan los mayores mercados del mundo descienda muy por debajo del Estrecho.

En 2050, África será el continente más poblado del mundo

El Mediterráneo podría perder esa centralidad en favor de la costa Oeste de África, que se espera que en 2050 sea el continente más poblado del mundo impulsado por nueve países.

De manera paralela, África comenzará a acelerar en ese proceso de ser lugar de acogida para muchos de los desarrollos de relocalización de las industrias que se prevén en los próximos años.

De igual forma, África se aventura como el lugar propicio para que los grandes operadores marítimos busquen alternativas por razones de costes a las restricciones medioambientales que ya está aplicando Europa.

El resultado de todas estas tendencias, de acuerdo con el estudio de IRP Engineering, ya se está constatando en el fuerte crecimiento que están experimentando los puertos de países como Angola, Nigeria, Togo o Senegal y que se postulan de aquí a 2050 como nuevos grandes hubs del transbordo marítimo mundial.

El estudio evidencia además cómo el conflicto del mar Rojo y el desvío de los tráficos Europa-Oriente Medio por el cabo de Buena Esperanza está sirviendo de banco de pruebas para esta posible reorganización futura de los flujos marítimo que incrementa el tránsito con Europa en más de 7 días y que se ve aún más si cabe condicionada por normativas medioambientales europeas como el ETS, que supone que no sólo subir hasta Europa desde la costa oeste de África incrementa los tiempos de tránsito sino que, además, supone un importante coste medioambiental añadido, actualmente cifrado en 160.000 euros por escala.

Se dibuja así un futuro en el que los grandes hubs portuarios españoles en el Mediterráneo no solo ven crecer como rivales directos a los hubs del norte de África sino que vislumbran como amenaza los futuros grandes hubs de la costa Oeste de dicho continente, lo que exigiría un replanteamiento de las estrategias y de las inversiones de estos enclaves.

La pérdida de peso del Mediterráneo implicaría un reposicionamiento de los grandes hubs de distribución en África y su conectividad con Europa a través de líneas feeder con buques de un tamaño más reducido que los gigantes previstos para los próximos años.

La automatización se define en los próximos años no tanto como una mera herramienta de competitividad, sino sobre todo como una herramienta de supervivencia

Incontrolable

En este contexto, mientras los esfuerzos ahora mismo se centran en crecer y en no perder los transbordos, al final lo que podría estar dibujándose de cara a futuro es una redefinición incontrolable e inherente al propio crecimiento de las economías emergentes ante la que los grandes operadores responderán afinando sus cadenas logísticas sin más margen de maniobra en el caso de los puertos europeos que la anticipación y la adaptación ante estas transformaciones.

EL DATO
3%

tráfico. La UNCTAD prevé de cara a 2028 un crecimiento medio anual del tráfico marítimo total por encima del 2%. De la misma forma, en el caso de los contenedores el crecimiento medio anual se espera que ronde el 3%.

Además, de la misma forma que se da por inevitable el crecimiento de las economías emergentes, en el estudio se plantea igualmente que no parece probable que vaya a variar el rumbo de la estrategia medioambiental de Europa y de sus políticas restrictivas que tanto están provocando el desvío de tráficos hacia paraísos medioambientales.

En este sentido, con este handicap, el estudio aborda el debate sobre la necesidad de compensar el exceso de los costes medioambientales con la mejora de la productividad y con ello la reducción de los costes operativos.


El incremento de la productividad en los puertos europeos en general y españoles en particular se considera fundamental para salvar la brecha que genera el compromiso mediambiental

Este incremento de la productividad en los puertos europeos en general y españoles en particular se considera fundamental para salvar la brecha que genera el compromiso medioambiental.

Esa mejora de la productividad pasa, principalmente, por la innovación, con la automatización de las terminales portuarias como herramienta fundamental.

De esta forma, pese a la batalla que están dando todos los sindicatos de estiba en los distintos puertos del mundo, la automatización portuaria se define en los próximos años no tanto como una mera herramienta de competitividad, sino sobre todo como una herramienta de supervivencia para garantizar la dura competencia que van a plantear otras áreas geográficas.



IRP Engineering: “El sector portuario está en un punto de inflexión”

IRP Engineering presentó el miércoles a una veintena de directivos y líderes de opinión del sector marítimo portuario español su informe “Tendencias y futuro del comercio marítimo y su impacto en el sector portuario”.

Con la presencia de representantes de puertos como A Coruña o Bahía de Algeciras, de terminalistas como TTIA, Bergé, Ership o Grupo Nogar; de asociaciones como ANAVE o ACE; de instituciones como OPPE u operadores como Lodisna, Pablo Alonso y Ricardo Sanz, managing partners de IRP Engineering, detallaron las claves del estudio y abrieron un amplio debate sobre el futuro portuario español, en el que se analizaron en profundidad las principales incertidumbres.

Según Alonso y Sanz, en el debate quedó de manifiesto que “el sector portuario está en un punto de inflexión”.

“Si bien enfrenta grandes retos ambientales y de competitividad, también se abren nuevas oportunidades de crecimiento mediante la automatización, la digitalización y la transición energética”, aseguraron los responsables de IRP Engineering, quienes añadieron que “el futuro de los puertos dependerá no solo de su capacidad para gestionar eficientemente las operaciones marítimas, sino también de cómo se integren en la cadena logística global, con una mirada puesta en la tierra, las nuevas tecnologías y la sostenibildiad”.

Gracias al Marco Estratégico y a la actual Ley de Puertos, una de las más avanzadas de Europa en términos medioambientales, en el debate se reforzó la idea de que “el sector portuario español está bien posicionado para liderar la transición hacia un modelo más sostenible”, si bien es necesario “seguir invirtiendo en innovación y adaptación”.

Entre los actuales obstáculos, durante el debate se evidenció que la burocracia administrativa y la complejidad legislativa representan grandes desafíos para el desarrollo de las infraestructuras y para la implementación efectiva de políticas medioambientales, como el paquete Fit for 55 y la normativa de derechos de emisión ETS.

En el campo de los retos de la digitalización, se apuntó que la revolución que promete la inteligencia artificial se encuentra lejos de ser una realidad a corto plazo, subrayándose que la competencia terrestre, y no solo la marítima, se ha convertido en crucial para optimizar tiempos y costos logísticos.



Pilares de futuro

El estudio “Tendencias y futuro del comercio marítimo y su impacto en el sector portuario”, elaborado por IRP Engineering, recuerda que los puertos “deben ajustar su estrategia, sus activos y la forma en la que operan para adaptarse a las demandas del mercado futuro, vinculando actores y tendencias en un mercado global”.

El estudio define cinco grandes pilares de futuro:

1) Puertos verdes, definidos por la economía azul, la sostenibilidad y las restricciones medioambientales y con fuerte inversiones en sistemas OPS.

2) Innovación, con un fuerte protagonismo para la automatización.

3) Gobernanza, avanzando hacia modelos de concesión en propiedad.

4) Conectividad, con buques más grandes, puertos con mayor calado e instalaciones inteligentes.

5) ESG, con las personas en el centro de los procesos.